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La presión arterial es la fuerza que ejerce la sangre contra las paredes de los vasos sanguíneos a medida que se bombea la sangre por todo el cuerpo. Todos tenemos presión arterial; sin ella, la sangre no podría fluir por todo el cuerpo y, en consecuencia, nuestro organismo no recibiría el oxígeno y los nutrientes que necesitamos para vivir. Sin embargo, si la presión es demasiado alta, la sangre ejerce demasiada presión en las arterias y en el corazón, lo que aumenta el riesgo de ataques cardíacos, derrames cerebrales y enfermedades renales

En muchos casos, la presión arterial alta no provoca ningún síntoma, aunque se encuentre a niveles peligrosamente altos. De hecho, la mayoría de las personas descubren que tienen la presión arterial alta de manera accidental, generalmente, a raíz de un análisis rutinario. Un número muy pequeño de personas con presión arterial alta pueden sufrir dolores de cabeza o hemorragias nasales, pero la única manera de saber si se tiene la presión arterial alta es midiéndola.

En más del 90 % de los casos, la causa de la hipertensión es desconocida, aunque ciertos factores como el sobrepeso, el tabaquismo, la falta de ejercicio, el consumo excesivo de alcohol y el estrés pueden aumentar el riesgo de sufrirla. La presión arterial alta también suele ser hereditaria, así que si otros miembros de su familia sufren de presión arterial alta, las posibilidades de que padezca esta afección también serán mayores. Además, las personas de origen africano o caribeño tienen un riesgo mayor de padecer presión arterial alta.

Aunque el riesgo de desarrollar una presión arterial alta aumenta con la edad, se puede tener la presión arterial alta a cualquier edad.

Se pueden tomar varias medidas.

• Siga una dieta saludable y equilibrada que incluya mucha fruta y verdura.
• Limite el consumo de sal a 6 g./día como máximo.
• Haga ejercicio de manera regular: el objetivo debería ser hacer 30 minutos de ejercicio por lo menos 5 veces a la semana. (Para obtener más información, visite www.nhs.uk/livewell/fitness/Pages/Fitnesshome)
• Mantenga su peso conforme al rango de peso ideal. (para obtener más información, visite www.bdaweightwise.com)
• Si es fumador, deje de fumar. (para obtener más información y obtener ayuda, visite www.quit.org.uk)
• Si bebe alcohol, observe los límites de seguridad. (para obtener más información sobre estas directrices, visite www.drinkaware.co.uk)

Aunque el sodio es vital en la dieta de las personas, la cantidad que realmente necesitamos es muy pequeña. La mayoría de las personas tomamos una cantidad aproximadamente 2,5 veces superior a la que el organismo necesita realmente y, en todo caso, muy superior a lo que los expertos opinan que es bueno para la salud.

Muchos alimentos, como la carne, el pescado, las verduras e incluso la fruta contienen pequeñas cantidades de sodio de forma natural, pero la fuente principal de sodio de nuestra dieta es la sal.

Por término medio, las personas toman aproximadamente 9,5 g. de sal al día en el Reino Unido; es posible que esta cantidad no parezca excesiva, pero la recomendación de la Organización Mundial de la Salud es que los adultos tomen como máximo 5 g. de sal al día. 

La nomenclatura química de la sal es «cloruro de sodio» y la parte de la sal que está relacionada con la presión arterial es el sodio.

1 g. de sodio equivale a 2,5 g. de sal; por lo tanto, para convertir la cantidad de sodio en cantidad de sal, es necesario multiplicar la cifra del sodio por 2,5.

Como regla general, los alimentos que contienen más de 1,5 g. de sal o 0,6 g. de sodio por 100 g. tienen un contenido alto en sal. Por otra parte, los alimentos que contienen menos de 0,3 g. de sal o de 0,1 g. de sodio por 100 g. son bajos en sodio

Existen alternativas que puede utilizar en lugar de la sal común, como LoSalt, que se fabrica a partir de cloruro de potasio en lugar de cloruro de sodio. Asimismo, puede utilizar otros condimentos para añadir sabor a los alimentos, como hierbas aromáticas y especias frescas o zumo y ralladura de limón. 

El potasio permite a los riñones funcionar de manera más eficiente. Una de las funciones de los riñones consiste en controlar la presión arterial mediante el control de los líquidos almacenados en el cuerpo. Cuantos más líquidos, más alta es la presión arterial.

Cada vez son más los estudios científicos (consulte las referencias que aparecen a continuación) que sugieren que seguir una dieta baja en sodio y rica en potasio puede favorecer la reducción de la presión arterial.

Para obtener más información sobre cómo aumentar la cantidad de potasio en su dieta, visite

www.bloodpressureuk.org/microsites/salt/Home/Howtoeatmorepotassium

Q. Yang, T. Liu, E.V. Kuklina, W.D. Flanders, Y. Hong, C. Gillespie, et al. «Sodium and Potassium Intake and Mortality Among US Adults: Prospective Data From the Third National Health and Nutrition Examination Survey», Archives of Internal Medicine.2011. 171 (13), 1183-1191

L.D. Silver, T.A. Farley. «Sodium and Potassium Intake: Mortality Effects and Policy Implications»,Archives of Internal Medicine.2011.171 (13), 1191 - 1192

El yodo es un oligoelemento esencial y un componente importante de las hormonas tiroideas que regulan procesos como la frecuencia cardíaca y la temperatura corporal, y contribuyen a convertir los alimentos en energía para el funcionamiento del organismo. Aunque el yodo es esencial en la dieta, existen otras formas más saludables de obtenerlo (que no sean la sal) y de asegurarnos que nuestra dieta contiene una cantidad suficiente. La Organización Mundial de la Salud declara que se puede obtener todo el yodo que una persona necesita, simplemente con una dieta equilibrada y variada. El pescado de mar y el marisco, por ejemplo, son buenas fuentes de yodo. El yodo también se puede encontrar en alimentos de origen vegetal, como las verduras y los cereales, pero los niveles pueden variar en función de la cantidad de yodo que contenga el suelo en el que se cultivan las plantas.

En absoluto. Por lo general, no es necesario tratar la presión arterial baja y, de hecho, las personas con presión arterial baja tienden a vivir más tiempo que las personas con presión arterial alta o normal. Al igual que la presión arterial alta, la presión arterial baja no suele presentar ningún síntoma. Sin embargo, algunas personas, especialmente las personas mayores, pueden notar mareos o incluso sufrir desmayos al estar sentadas o acostadas y levantarse rápidamente.